Sábado, 4:15 pm y suena el teléfono de guardia de EnergyMed.

Uno de nuestros clientes nos llama para contarnos que tuvieron que hacer un apagado manual de la sede, porque durante las operaciones normales habían sentido un olor a quemado en el cuarto donde están los tableros eléctricos. Programamos una visita de emergencia a la institución para identificar el origen de la falla.

Una vez en el cuarto percibimos que el olor a quemado no es el típico de aislante de cable, por lo que pensamos que podía ser un equipo electrónico que sufrió algún daño: en el mismo cuarto eléctrico se encuentra también la UPS que respalda el ramal esencial y un rack con los switchs de la intranet y otros servicios.

Una vez descartada una falla por cortocircuito, energizamos el sistema eléctrico y encontramos que el UPS de respaldo no estaba “rectificando” para cargar las baterías.

Indagando sobre lo ocurrido, el personal de la institución cuenta que la falla se percibió segundos después de escuchar un fuerte rayo caer cerca de la institución.

Ante ello, el personal nos pregunta: ¿No se supone que la UPS se coloca para proteger los equipos?

La respuesta franca y cerrada a esa pregunta fue: “No. Un UPS esta diseñado para servir de fuente de energía ininterrumpida para evitar que las cargas conectadas a él se apaguen en caso de indisponibilidad en la fuente principal”.

Su cara fue un poema. Cientos de veces han escuchado la frase “conéctelo a un UPS para proteger el equipo”. En este caso ciertamente lo protegió, absorbiendo el transitorio de voltaje y quemándose él.

Las estimaciones económicas del daño arrojan lamentablemente que la reparación de la UPS cuesta más que los equipos que respaldan, y ahora corren el riesgo de pérdida de información en caso de indisponibilidad en la fuente principal.

Con base en esta experiencia pensamos valioso queremos resaltar la diferencia entre “respaldar” y “proteger”.

Los UPS son equipos de respaldo de energía, que por su diseño y construcción entregan energía acondicionada a la carga que alimentan, sin embargo, esta condición no los hace protectores de dicha carga.

Si lo que verdaderamente quiere es proteger sus equipos médicos, la recomendación es:

  1. Valide la resistencia del sistema de puesta a tierra de su instalación.
  2. Valide la correcta instalación y funcionamiento de su sistema de protección contra descargas atmosféricas.
  3. Instale un sistema en cascada contra sobretensiones transitorias, mejor conocidos como DPS’s.
  4. Por último, si sus equipos requieren operación ininterrumpida, instale un UPS.

Si quiere diseñar una solución a la medida de sus equipos médicos, contáctenos o conozca más aquí.

Si desea aprender a identificar la fuente eléctrica de falla de sus equipos médicos, forme parte de nuestra Academia EnergyMed con el curso: Energía segura para equipos médicos

Author: Elikarla Cones

Ingeniero electricista, consultora y asesora internacional en instalaciones eléctricas hospitalarias. Experta en la coordinación técnica de soluciones de ingeniería eléctrica para procesos asistenciales. En la actualidad es Director Regional LATAM de EnergyMed.

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